La investigación actual confirma, cada vez más, que el aprendizaje de videojuegos y el aprendizaje en el aula funcionan de la misma manera. Al igual que los jugadores, los alumnos sobresalientes son más hábiles en la identificación y en el análisis de lo que no saben. Ambas actividades requieren que los participantes posean las habilidades metacognitivas necesarias para reconocer las debilidades de su propio pensamiento. A través de la auto-reflexión, identifican errores y se ajustan en consecuencia a fin de abordar sus deficiencias con la práctica. En la jerga del aprendizaje basado en juegos, esto se conoce como”iteración”.
Via EDUCACIÓN FUNDACIÓN TELEFÓNICA
La investigación actual confirma, cada vez más, que el aprendizaje de videojuegos y el aprendizaje en el aula funcionan de la misma manera. Al igual que los jugadores, los alumnos sobresalientes son más hábiles en la identificación y en el análisis de lo que no saben. Ambas actividades requieren que los participantes posean las habilidades metacognitivas necesarias para reconocer las debilidades de su propio pensamiento. A través de la auto-reflexión, identifican errores y se ajustan en consecuencia a fin de abordar sus deficiencias con la práctica. En la jerga del aprendizaje basado en juegos, esto se conoce como”iteración”.