Creo tanto en el poder transformador de la informática en la nube como cualquier otro. Los smartphones, que buscan y recuperan datos constantemente, no tienen sentido sin la nube, y las empresas que no luchen por introducir sus datos y su software en los centros de datos de una tercera parte se arriesgan, bajo mi punto de vista, a que un competidor que sí lo está haciendo les deje fuera.