En los primeros días de septiembre es cuando los docentes imaginamos, diseñamos, planificamos y organizamos las experiencias de aprendizaje que compartiremos con nuestro alumnado. Para ello hablamos, reímos y debatimos con compañeros en las salas de profesores; compartimos experiencias halladas en el periodo estival; enredamos en RRSS reactivando nuestra red personal de aprendizaje y nos interesamos por algún proyecto colaborativo en la red. También “rellenamos” documentación y programas, comenzamos a leer las nuevas normativas (a las que nos tienen acostumbrados como sorpresa inicial), nos reunimos con compañeros, tomamos contacto con nuestro nuevo alumnado ( aún por medio de sus antiguos profes, de sus nombres y sus informes) y, por fin, nos acercamos a las aulas que transitaremos durante 10 meses.
Via Gumersindo Fernández