Hemos conseguido una entrevista de trabajo, la hemos preparado a conciencia y ya la hemos hecho. Ahora llega el momento de la espera hasta la llamada que confirme si hemos sido seleccionados para pasar a la siguiente fase o si, por el contrario, nos han rechazado. Esperar, en este caso, no significa que debamos quedarnos con los brazos cruzados.
Via Chema San Román S y Maite Alonso