“Solo la tecnología salvará la educación”. Esa parece ser la fórmula detrás de los publicitados adquisiciones de computadoras para la educación que se dan en todos los países de América Latina y que no son más que el rebote de las propuestas bien marketeadas por las grandes empresas transnacionales de la “high tech” que les ha permitido apropiarse de jugosísimos negocios a costa de la educación.