Hemos tomado medidas razonables, aunque todavía mejorables, cerca de las zonas de conocida sismicidad histórica. Sin embargo, en aquellas áreas donde estamos cambiando el régimen hidrológico, climático, tensional o industrial, no nos hemos parado a pensar en el efecto de nuestras actividades. Tenemos que pensarlo cuanto antes y planificar en consecuencia.
Via MyKLogica