El médico al que la Iglesia no dejaba estudiar y acabó curando a dos papas | Reflejos | Scoop.it

“A mí pueden llamarme Matacaballos porque le certifico a Dios que, aunque soy médico y ha más de quince años que purgo y sangro todavía he muerto más caballos que hombres”, escribió a comienzos del siglo XVI Andrés Laguna. Había matado decenas de caballos deslomándolos, haciéndolos recorrer miles de kilómetros por los caminos de Europa. Laguna, nacido en Segovia en 1511, fue médico del emperador Carlos V, del rey Felipe II y de los papas Paulo III y Julio III. Hablaba castellano, latín, griego, alemán, portugués, italiano y francés. Estaba tan adelantado a su tiempo, y viajó tanto por el continente, que fue el primero en clamar por una Europa unida. Y llegó a ser tan célebre que su obra aparece en El Quijote.

 
Via Ramon Aragon