Todo lo que ha rodeado a la reunión mantenida entre el Ayuntamiento de Madrid y los representantes de la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) ha resultado de lo más asombroso, sobre todo para esos técnicos, acostumbrados a trabajar fuera de foco, bajo estrictas medidas de privacidad y confidencialidad.
Algo que en esta ocasión no han podido evitar. Y no precisamente por ellos, sino por la actuación de su cliente, el consistorio presidido por Manuela Carmena, al que solo le ha faltado grabar el encuentro y subirlo a You Tube. Estaban avisados de que así iba a ser, en aras de la máxima transparencia, y así fue.