Cómo la participación ciudadana ha evitado que la Mezquita de Córdoba sea solo una catedral | Cordópolis
Hasta marzo del año 2016, los turistas que entraban a la Mezquita de Córdoba no leían en ningún sitio lo que estaban viendo. El Cabildo de Córdoba, que gestiona el monumento y que lo inmatriculó en 2006, señalaba en todo momento que lo que los turistas veían no era una antigua mezquita sino "la Catedral de Córdoba". Ese mes, el Cabildo anunció que el complejo milenario cordobés volvería a llamarse Mezquita Catedral. Y no lo hizo por voluntad propia, sino amonestado por la Consejería de Cultura de la Junta, a su vez abrumada por la presión ciudadana. Tres años antes se constituyó en Córdoba la plataforma ciudadana Por una Mezquita Catedral Patrimonio de Todos. La iniciativa, conformada por vecinos de la ciudad, logró un respaldo multitudinario: casi 400.000 personas firmaron en Change.org para "salvar" el nombre de la Mezquita y lograr una gestión pública del monumento.